Dicho esto, el domingo pasado sensaciones agridulces en la celebración del día de la madre en Puerta 57, su emblemático local en el Bernabéu. El problema, creo y espero,fue debido a las prisas por desalojar el espacio antes del partido de fútbol del Real Madrid contra el Osasuna, lo que provocó una sensación de atolondramiento en el servicio que se intensificó según se aproximaba la hora del "desalojo". La ultima media hora fue lamentable, con todos los camareros recogiendo en lugar de acudir a tomar nota de los postres; cuando al final se dignaron, lo previsible: cuatro de los cinco llegaron equivocados y ya nos quedaron posibilidades ni ganas de arreglarlo (tampoco es que a ellos pareciera importarles mucho).
Una pena, porque además lo que tomamos antes estuvo al buen nivel habitual en la casa. Buenas anchoas y ensaladilla, magnificas coquinas (para repetir y repetir) y correctas croquetas dieron paso a un excelente calamar de potera encebollado o unas buenas almejas a la marinera, entre otros segundos, con el único debe del punto algo pasado de un atún rojo de almadraba. ¿El resumen? Un lugar muy fiable... Salvo si juega el Madrid después.