jueves, 25 de febrero de 2010

La cata del mes, por Isabelle Brunet

Tras su paso por elBulli y Lavinia, Isabelle Brunet codirige ahora junto a César Cánovas el espectacular proyecto Monvínic en Barcelona (C/Diputació 249), todo un templo dedicado a los amantes del vino donde puedes degustar numerosas referencias tanto por copas como por botellas –destaca su espectacular carta digital–, acudir a alguno de los numerosos cursos y catas que imparten e incluso disfrutar de una notable cocina de la tierra para acompañarla. Experta en vinos del Nuevo Mundo, Isabelle ha sido la elegida este mes para compartir con Esquire (pág. 212 de nuestro número de marzo) tres recomendaciones personales:

Quartz Reef NV Methode Traditionnelle (Nueva Zelanda)
"Un coupage de Chardonnay y Pinot Noir de Bendigo en Central Otago. Elaborado con el Método Tradicional para conseguir fineza y elegancia. Es muy fresco y gracias al clima frío, deja sentir la pureza de la fruta. Inspirado en la familia Chauvet de Champagne".


Gaba do Xil Mencia Valedorras (Compañía de Vinos de Telmo Rodriguez)

"Vino de buen carácter sin madera, realizado con uvas de diferentes viñedos que pertenecen a diferentes viticultores situados a unos 550 metros de altitud. Respeto total de la uva Mencía sin uso de maquillaje y donde se puede ver todo el potencial de Galicia y su agradable frescor".

Mercurey 1er Cru Champs Martin Carline (Domaine Lorenzon)
"Bruno Lorenzo, que tiene la tonelería como primera afición, consigue en sus cinco hectáreas en Mercurey una muy buena madurez en el 'Domaine' heredado de sus padres. Una fruta firme con una buena densidad define el estilo de este vino del Sur de la Bourgogne".

martes, 23 de febrero de 2010

Paraíso carnívoro en Mallorca


No podemos negar que (por motivos varios) desde la redacción de Esquire estamos muy unidos a Mallorca. Por eso, nos apetece hablarte de uno de esos pequeños rincones de calidad gastronómica de los muchos que esconde la isla. Aunque lo de pequeño rincón, en este caso, es mejor utilizarlo en sentido figurado. Y es que Rodeo Grill cuenta con una capacidad para 350 comensales y un salón privado capaz de albergar un total de hasta 44 personas.

Estamos ante un steak house como mandan los cánones (madera, piel, ...), con marcado acento brasileño gracias a sus caipirinhas (elaboradas con cachaça Pitú) a ¡un euro y medio! No te dejes engañar por su precio, porque son de las mejores que hemos probado últimamente.

Pero hablemos de lo que nos interesa, la CARNE. La selección de Rodeo Grill es, sencillamente, excepcional. Trabajan con cortes de vacuno procedentes de Brasil, Argentina, Irlanda, Dinamarca y Galicia. Te recomendamos que te des un paseo por su expositor antes de sentarte a comer para que contemples la verdadera magnitud de lo que te comentamos. Además, un detalle que nos gustó especialmente es que su cocina esté visualmente abierta al público con un amplio escaparate de cristal. Síntoma de limpieza y una forma eficaz de abrir también el apetito del comensal, mientras éste observa en plenitud cómo preparan la carne sobre sus enormes parrillas de carbón vegetal.

De su menú, es casi obligatorio que pruebes su steak tartar, su chateaubriand y su chuletón de buey. De su amplia variedad de guarniciones, la patata gratinada con queso gorgonzola nos pareció la opción más sabrosa. Y todo ello, por supuesto, acompañado de una o varias caipirinhas. Saúde! Ya lo sabes, en cuanto puedas, acércate a Mallorca y disfruta de su tranquilidad antes de que sea invadida por las hordas veraniegas. Hay vida más allá de la sobrasada, y mucha (por José María Álvarez).

RODEO GRILL (Calle Ramón y Cajal 14, Palma de Mallorca)
Teléfono: 971 288 582
Precio Medio: 25-35 euros sin bebidas.

viernes, 19 de febrero de 2010

Una de tradición: Couzapín y Aynaelda


De vez en cuando viene bien una dosis de la cocina tradicional de toda la vida, categoría difícil de definir en la que podrían entrar dos locales que he visitado en los últimos días: Aynaelda y Couzapín.

El que ya conocía y cada vez me gusta más es Aynaelda, un local situado en una zona de Aluche con bastante poco glamour pero fácilmente accesible en coche que ha ganado fama en la capital por sus arroces, hasta el punto de que se celebran en él anualmente las Jornadas de Homenaje al Arroz, que en su última edición reunieron a Sacha Hormaechea, Ramón Freixa, Ricardo Sanz, Abraham García, Pedro Larumbe... Un nivelón que indica el prestigio de la casa en este campo.

Una vez en su amplio interior, una decoración funcional y salones pensados sobre todo para comidas de grupo no hacen presagiar de inicio una gran experiencia, pero una vez en la mesa la cosa cambia para bien, porque señores... ¡vaya arroces! Hasta 40 tipos en diferentes texturas (melosos, secos, caldosos, fideua) y con mezclas que van de la pura ortodoxia a la innovación más atrevida. En la última visita probé los melosos de langostino salvaje al ajillo y el de chipirones y gambas, ambos magníficos, pero podía haber optado desde un clásico arroz al señoret a originales propuestas como el tortilla de patata o atún en movimiento. Y es que en contra de lo previsto, nos encontramos en una casa donde se aprecia una continua innovación, como se puede descubrir en sus exquisitos entrantes –mejores que los de muchos restaurantes de postín–, sus elaboradas carnes y pescados o en las acertadas propuestas de maridajes para cada plato. Mucho más que arroces, por tanto.


Por otro lado, también pude visitar Couzapín, la sidreria de complicado nombre que los responsables de Carlos Tartiere abrieron hace un año junto a la casa madre y que pasó a engordar con éxito la enorme oferta de este tipo que hay en esta zona
cercana al Retiro. Aquí la impresión no fue tan positiva, aunque es cierto que el espacio (sin excesos) es más cómodo que el de su predecesor y se puede reservar. De entrantes, muy bien la cecina, al igual que los quesos asturianos o la empanada y sólo correctos el pulpo o las croquetas. De segundos, bien pero con exceso de aceite los chipirones y algo floja la carne de chuletón trinchada. Raciones enormes incluso en los postres y posibilidad de comer con sidra, por supuesto. Servicio algo atolondrado. ¿Mi recomendación? Picoteo con sidra en la barra de la entrada, un acierto seguro.

AYNAELDA (Calle de Los Yébenes 38, Madrid)
Teléfono: 91 710 10 51
Precio Medio: 25-30 sin bebidas. Menú Degustación: 38 euros sin bebidas.

COUZAPÍN (Menorca 33, Madrid)
Teléfono: 91 710 10 51
Precio Medio: 25-30 sin bebidas (Restaurante); 15-20 euros sin bebidas (Barra).

miércoles, 17 de febrero de 2010

Telmo Rodríguez, rebelde con causa

Cuando acudes a entrevistar a un bodeguero, no te esperas que la fotógrafa que va a retratarle (Lua Fischer) se declare fan suya casi como si fuera una estrella de cine, pero en el caso de Telmo Rodríguez está claro que los clichés no sirven para nada.

En nuestro número de febrero, él mismo nos explica porque abandonó el negocio familiar (sus padres producen el magnífico vino Remelluri) para abrir su propio camino y crear un modelo de negocio propio con la Compañía de Vinos Telmo Rodríguez. Con ella ha conseguido triunfar por medio mundo –exporta el 90% de su producción– gracias a marcas tan diversas como
Basa, Molino Real o Lanzaga, que le han reportado el reconocimiento de la crítica y el público.

Hombre hiperactivo (asesora y colabora con restaurantes, revistas o cadenas hoteleras), su carácter franco le ha reportado también fama de polémico o rebelde. Tras conocerle en persona, lo cierto es que la única justificación que se me ocurre para ello es que
dice las cosas muy claritas, algo que no estila en un mundo todavía muy conservador y que mira con malos ojos a todo aquel que se salga de la norma. Sea como sea, un personaje muy interesante y con mucho que contar, os lo aseguro.

viernes, 12 de febrero de 2010

'Cupcakes' para endulzar un cierre



Las semanas de cierre siempre nos deparan sorpresas; unas veces buenas y otras malas. Esta vez, para endulzar los últimos retazos de cada página, recibimos una buena... ¡y golosa!

De la mano de Mariana Chaves, el alma del proyecto Pan de Azúcar, nos llegó la caja que ves en la imagen (gracias, Mariana). Y es que,
como podéis ver en la imagen de arriba, esta empresa se especializa en crear cupcakes –una especie de minitarta– personalizados y “elaborados con mucho amor”, según nos comentó ella misma con su encantador acento brasileño en su agradablemente inesperada visita a nuestra redacción.

Los cupcakes que nos trajo Mariana eran de té verde y chocolate con wasabi (dulces, contundentes, sorprendentes... ¡una delicia!), pero entre sus exóticas especialidades también puedes encontrar: brownie, vainilla con rosas, maracuyá, calabaza con especias, piña colada, guayaba o tarta de lima. Ya lo sabes, si quieres sorprender a los tuyos o ‘meterte’ en el bolsillo a tus compañeros de oficina y, de paso, al jefe, puedes contactar con ellos pinchando aquí.


martes, 9 de febrero de 2010

Cursos de cata en La Carte des Vins


Uno de nuestros lugares preferidos para abastecernos de vinos, la cadena de origen francés La Carte des Vins (con franquicias distribuidas por Cataluña, Andalucía y Madrid) nos ofrece, además de su excepcional selección de vinos de todo tipo, una más que interesante variedad de cursos para aquellos que quieran profundizar o, sencillamente, iniciarse en el maravilloso universo enológico.

He aquí las diferentes opciones disponibles:

- Cata de iniciación. Cinco vinos a catar: blanco, rosado, tinto, dulce y cava. Dos horas. 20 €.

- Cata de vinos tintos. Cuatro vinos tintos a catar. Dos horas. 30 €.

- Rioja frente a Ribera del Duero. Seis vinos: Dos jóvenes, dos crianzas y dos reservas de cada denominación. Dos horas. 45 €.

- Cava frente a Champagne. Tres cavas y tres champanes. Dos horas. 50 €.

- Cata de iniciación avanzada. Seis vinos: blanco, rosado, cava, tinto joven-crianza y un vino dulce. Dos días, dos horas por día. 50 €.

- Curso de sumiller. Seis vinos: blanco, rosado, cava, tinto joven-crianza y un vino dulce. Dos días, dos horas cada día. 50 €.

- Cata maridaje. Cuatro vinos a catar: Cava, Champagne, Pedro Ximénez y Oporto. Dos horas. 50 €.

- Cata premium. Cuatro catas en cuatro días de: Otras uvas, vinos blancos, denominaciones y espumosos. Dieciséis vinos a catar, cuatro por día (cuatro horas cada día). 95 €.

Un programa adaptado a todos los públicos que, en definitiva, te dejará sin margen de error cuando debas ser quien asuma la responsabilidad de elegir el vino (por José María Álvarez).

sábado, 6 de febrero de 2010

Dos nuevos miembros de la familia CVNE



Cinco generaciones y más de ciento cincuenta años de historia les avalan. Son una de las bodegas más representativas de La Rioja y se han ganado el puesto a base de fabricar buenos vinos. Hablamos de la Compañía Vinícola del Norte de España: CVNE.

Este mes tienes la oportunidad de conocer a Víctor Urrutia, Consejero Delegado y "orgulloso" tataranieto de su fundador retratado por Diego Martínez en la página 93 de nuestra Business Class de febrero. Pero la vida sigue y también hay que seguir ofreciendo buenos vinos que satisfagan las exigencias del comensal del siglo XXI. Por eso, el pasado jueves tuve la oportunidad de pasarme por el Mercado de San Miguel (cada vez más consolidado como cuartel general del buen gourmet) para asistir a la presentación de las dos nuevas joyas de la corona de CVNE: un blanco, el Monopole 2009, y un tinto, el Imperial Reserva 2004.



En el caso del Monopole 2009, estamos ante un clásico vino suave elaborado con uva viura, afrutado, poco ácido y con toques de manzana y pera. Sencillo e ideal para acompañar con lo habitual: Aperitivos, pescados... El Imperial Reserva 2004, por su parte, viene a unirse a su predecesor de 2001. María Larrea, directora técnica de CVNE nos comentaba que prefirieron dejar pasar las cosechas de 2002 y 2003 para dar paso a la del año 2004 por considerarla de una calidad superior a las anteriores.

El caso es que nos encontramos ante un vino tempranillo típicamente riojano, potente todavía, en plena fase de crecimiento en botella pero que deja detalles de su calidad, como un equilibrado sabor a fruta y madera a partes iguales. Quizás dentro de dos o tres años llegue a ser un vino excelente. Por el momento, os recomendamos que probéis el Imperial Reserva de 2001, en plena madurez de color, aroma y sabor (por José María Álvarez).

jueves, 4 de febrero de 2010

Abraham García, genio y figura

Dentro del Especial 'En esto creo' que llevamos en el número de febrero de Esquire, quiero destacaros aquí algunas perlas de una de las figuras emblemáticas de la gastronomía madrileña reciente, Abraham García (el resto, igual o mejores, en la revista):
  • En mi pueblo vivíamos con lo puesto, pero éramos ricos: nuestra era la dehesa, trufada de nidos, verdeante de espárragos, sonrojada de madroños. Aunque mantengo a raya a Peter Pan, le invitas a comer y se te queda a vivir; siento una gran añoranza por aquellos tiempos sepia. Uno es de donde se hace la primera paja.
  • Me gusta definirme como un centauro venido a menos. En el hipódromo, ante el abnegado frenesí de una llegada, puedo llorar de emoción con lágrimas auténticas, no con las devaluadas que despreciaba Kundera: “Llorar porque estás llorando”.
  • En modo alguno me considero un escritor. Puede que después de tantos años alguno de mis relatos se salve, pero la mayoría de mis páginas sólo son buenas para envolver. Soy, eso sí, un insaciable lector, que no es poco sabiendo cómo escasean. Sin embargo, poco me importaría que desaparecieran miles de escritores a granel que sólo sirven para encarecer el papel.
  • Me metí en la hostelería porque el sueldo era digno y se comía seguro, pero con perserverancia y tiempo hubiera desarrollado dignamente cualquier actividad a excepción del clero. Para cardenal ando bien de papada, pero me falta vocación y pluma.
Genial el de Robledillo (Toledo), quien además de posar también amablemente para la magnífica foto de arriba a cargo de Diego Martínez (en un nevado Retiro madrileño), nos hizo entrega de uno de sus libros dedicados y una botella de su magnífico aceite. Lo dicho, un grande que esperemos que siga muchos años haciéndonos gozar desde su restaurante Viridiana.

lunes, 1 de febrero de 2010

Homenaje a 'El Nota' en Olé Lola

El otro día estuve en el nuevo local que han montado los responsables del exitoso Areia (de hecho, nos redireccionaron desde allí porque estaba muy lleno; esta crisis...). Se llama Olé Lola (C/ San Mateo, 28) y es una curiosa mezcla de lounge, tapeo y coctelería, que igual da arroces con flamenco en directo los domingos que sirve como chill out para relajarse a primera hora de la tarde o para tomarse un cóctel un viernes por la noche. La decoración intenta ilustrar esa combinación de forma bastante lograda y el ambiente anima a alargar la estancia.

Aún no he comido allí, pero sí que probé algunos de sus cócteles. Dentro de los mismos, destacaban los preparados con ginebra, al igual que una carta separada con diversas mezclas con ese mismo destilado como base. Lo cierto es que el cóctel que tomé de este último grupo no valía nada pese a que otras mezclas como por ejemplo el Ruso Blanco –el mismo que bebía
El Nota en esa obra maestra llamada El Gran Lebowski– sí que estaban muy conseguidas. Pero es que claro, una coctelería sin su carta de ginebras hoy en día... Y es que, amigos, lo de este destilado ha pasado a ser una fiebre que contagia por igual al último garito de moda que a un bar de viejos. Pero bueno, tiempo habrá de hablar de todo ello más adelante, ahora lo que quiero es que brindéis con Jeff Bridges por su Globo de Oro (¿y futuro Oscar?) por Crazy Heart; un tipo que ha sido El Nota se merece eso y mucho más. Y para ello os dejo en este enlace la receta del Ruso Blanco. ¡A su salud, Mr. Bridges!