
La información que contiene esta edición de 2010 es la misma que la de la guía de papel, por lo que no vamos a incidir en los pros y contras de la influyente Guía Roja. Hablemos pues de las dos principales mejoras que incluye: por un lado se ha introducido la posibilidad de comentar las experiencias gastronómicas y (lo más importante) acceder a las de otros usuarios, más fiables seguro que las de los inspectores en muchas ocasiones; por el otro, se ha habilitado un modo offline para poder consultar la información aunque no contemos con conexión en ese momento, algo muy útil cuando estás en un restaurante sin cobertura o –como sabemos demasiado bien los usuarios de Movistar– en alguna de las muy abundantes zonas sin 3G de nuestro país.
¿En resumen? Un necesario paso adelante y una muy buena opción para que los no fetichistas (recordemos que la versión impresa traía este año un bonito facsímil) se hagan con la Guía Roja por un precio muy razonable.
