Aunque no estaba planeado, creo que debo realizar un añadido a los dos posts que publicamos recientemente sobre la Guía Michelin 2010 aquí y aquí. Resulta que hace tres semanas contacté con los responsables de comunicación de la Guía en España para solicitarles un ejemplar de la misma. Ellos, amablemente, no sólo me confirmaron el envío, sino que me llamaron ese mismo día para invitarme a la presentación de la Guía en el Mercado de San Miguel, a la cual, lamentablemente, no pude acudir.
Hasta aquí todo perfecto, pero cuál es mi sorpresa cuando tras unos días y en vista de que no recibo el paquete, me animo a llamar y enviarles un e-mail para recordárselo. Pues bien, hasta hoy ninguna noticia al respecto a pesar de que las direcciones de correo electrónico son correctas. Y todo ello, justo al tiempo que se producía la publicación de ese post sobre el artículo que nos escribió Julia Pérez hace unos meses, el cuál también ha tenido bastante eco vía e-mail entre el mundillo gastronómico nacional.
Yo no puedo saber a ciencia cierta si la gente de Michelin ha vetado a Julia Pérez de sus eventos por disentir (parece más que probable), le ha quitado la estrella a El Chaflán por prestarnos sus instalaciones (estoy seguro de que no) o ha dejado de enviarnos un ejemplar de su guía por hacernos eco de todo ello (a falta de otra explicación, parece claro), pero nada de todo esto hace ningún bien a la imagen de una publicación que, pese a su indiscutible influencia a nivel mundial, cada vez es más criticada tanto por sus criterios gastronómicos como por su falta de transparencia. De todas formas, en Esquire seguiremos hablando de ellos para lo bueno y en lo malo. Y por cierto, que no se molesten, como se puede ver en la foto, ya nos hemos comprado un ejemplar por nuestra cuenta.