La máxima expresión del lujo en términos de whisky tiene nombre y apellidos desde hace décadas: Johnnie Walker Blue Label. Un espirituoso nacido de una mezcla exclusiva a cargo de los mejores Master Blender de las Highlands escocesas.
A su contenido excepcional, se une un continente único. Empezando por su botella, realizada en vidrio de color azul, al más puro estilo del siglo XIX. Y es que el azul siempre ha sido el color de la nobleza, una élite liderada en nuestros tiempos por Blue Label. Para sacar el máximo partido a las infinitas notas de esta líquida maravilla, te recomendamos que sigas estos pasos:
- Sirve el whisky en un vaso ancho, sólo (sin agua ni hielo) y déjalo 'respirar' unos segundos.
- Mientras tanto, sírvete, aparte, una copa de agua muy fría con hielo.
- Da tres tragos al agua, para depurar la boca y así prepararla para lo que viene...
- Todavía con un poco de agua del tercer trago, da un leve sorbo al Blue Label, lentamente, saboreándolo.
- Bienvenido a la suavidad y la dulzura.
- Como opción, este whisky marida excepcionalmente con chocolate negro, chocolate blanco, galleta o vainilla (varias de las notas olfativas y gustativas que irás percibiendo).
Ahora, también cuentas con la posibilidad de acceder al lujo de Blue Label aderezado con la clase de Bill Amberg a través de la maleta de viaje 'Traveller', que el diseñador inglés ha creado en exclusiva para Johnnie Walker (imagen superior). Si quieres saber más, pincha aquí. Have a nice journey! (por José María Álvarez).