
Y lo dicho, aquí por lo menos había nivel, pero os cuento otros momentos más gloriosos: ese restaurante de la calle Velázquez con ínfulas al que sólo se puede acudir por su terraza y, como lo saben, te cobran uno 10% extra por ello, como en los chiringuitos de playa (o sea que a los platos hay que sumarle el 17% de terraza + IVA); ese local de Paseo de la Habana que un día fue apañado y en el que el otro día nos pusieron el mismo aperitivo (en cantidad) para nueve mocetones que en las mesas ocupadas por dos personas (13,50 € + IVA por DOS zanahorias en laminas con mahonesa, eso son márgenes y lo demás tonterías); ese restaurante de postín junto al Viso en el que clavan 3,50 por cubiertos y un aperitivo que nunca llegó la última vez que estuve y en el que, además, te cobran un euro más por pieza de pan extra (malísimo, por supuesto). Y luego lo del IVA, que me llevan los demonios sólo de pensarlo. Hemos llegado al punto en que veo en una carta eso de "Todos nuestros precios llevan incluido el IVA" y ya es ponerme de buen humor. Para otro día dejo las contestaciones tipo "Es que no tenemos agua de grifo" cuando pides una jarra de agua...