lunes, 14 de septiembre de 2009

Variedad, por favor



El otro día comí en un buen restaurante de Pedraza (otro día os hablaré de él) y me llevé una alegría al ojear la carta de vinos. No sólo había un número aceptable de referencias en medias botellas (37,5 cl.), sino también tres o cuatro en un formato de 50 cl. Luego me enteré de que no había vinos por copas, pero por algún lado sabía que tenía que fallar la cosa. Pero volvamos al tema: me parece gracioso que muchos hosteleros y bodegueros se quejen por el descenso en el consumo de vino y luego no se tomen la molestia de intentar adaptar sus productos a las necesidades actuales de los consumidores. Y la realidad es que éstos demandan una mayor variedad de formatos en lo que al vino se refiere.

Me da mucho coraje salir fuera de España, ir a un restaurante como el maravilloso Arbutus londinense y poder elegir entre una amplia variedad de referencias servidas bien en copas de 100 ml., en copas de 175 ml. o incluso en pequeñas frascas de 250 ml. ¡Qué envidia! Y no, no es la excepción, en casi todos los sitios hay al menos media docena de referencias en estos formatos (esa es otra, fuera sabes la cantidad exacta que te van a servir, en España depende del camarero que te toque). Y cuando vas a comprar, más o menos lo mismo (o peor). ¿Pero no se dan cuenta de que hay días que no me apetece beberme una botella entera? ¿Que hay parejas en los que uno de ellos no bebe vino? ¿Que se trata de una buena opción para probar vinos nuevos? Está claro que no...

Por cierto, en el restaurante de Pedraza elegí un Valduero Reserva 2005 de 50 cl. (mi pareja conducía) que cumplió más que bien. Valduero es una de las pocas bodegas que sí que están aprovechando este nicho con los lanzamientos que ellos llaman para Singles, aunque yo no lo soy y sin embargo se lo agradezco. Así, ha lanzado el Crianza 2006 –90 puntos Parker– en formato 37,5 cl. y el Reserva 2006 –91 puntos Parker– en el ya mencionado de medio litro. Un aplauso y que cunda el ejemplo.