miércoles, 30 de septiembre de 2009

¡Quiero una hamburguesa!




Hace unas semanas Fernando Point realizaba en Metrópoli –con buen tino, como casi siempre– un particular ránking de sus hamburguesas preferidas en Madrid (lo podeís leer aquí). En mi caso, la verdad es que yo he sido siempre un chico fiel al Alfredo's Barbacoa, ya que he disfrutado por docenas sus hamburguesas en la planta baja de su sucursal cercana al Bernabéu; y eso que las paredes empapeladas con pósters con jugadores del Estudiantes no me ayudaban a sentirme cómodo. Por eso me duele reconocer que, en los últimos tiempos, la cosa ha bajado de nivel al tiempo que aparecía competidores en el mercado; hoy, cuando pienso en comerme una hamburguesa lo hago en el Home Burger: grandes, jugosas, con guarnición, variadas y de una regularidad envidiable (en la foto de arriba podéis ver una Caprese devorada por Francisco Encinar de 11870). De las otras dos opciones que comenta Point, el Peggy Sue's me parece una opción graciosa y más barata, pero el Hard Rock ni una cosa ni otra (no, no me gustan mucho).



Saliéndonos de estos cuatro sitios, se me ocurre comentaros In Dreams, otra opción malasañera a buen precio y de ambiente kitsch con indudable encanto (aunque su calidad no llegue a la de los anteriores), el proyecto de Adrià para NH Hoteles Fast Good, donde sirven una con queso de cabra más que respetable o, en plan típica cadena americana, las de Frankie & Benny's. Y para finalizar, una visita pendiente: New York Burger, un nuevo espacio de estética diner (foto) junto al Bernabéu que, al menos sobre el papel, promete bastante. Os mantendré informados.

lunes, 28 de septiembre de 2009

SKYY Vodka: A vueltas con el diseño


Ya os hablé en otra ocasión de SKYY Vodka, el vodka procedente de San Francisco –líder en EE UU, como estoy pudiendo comprobar en Nueva York, donde me encuentro ahora– que cada vez podemos ver en más y más lugares en nuestro país (siempre es una buena señal si entras en una bar y lo tienen). En aquel momento hablamos de su concurso de coctelería acrobática, pero en esta ocasión lo que me ha llamado la atención es su cambio de diseño. Por si no bastara con el llamativo azul cobalto que la recubre o su tipografía plateada, ahora ha cambiado su diseño por una botella más estrecha y alargada; más estilizada, en definitiva. Y ello me lleva a reflexionar sobre la gran cantidad de ediciones limitadas y botellas de diseño atractivo que hay en el mercado del vodka, en contraposición con, por ejemplo, el whisky. Será por cuestión de público objetivo, supongo, pero me gustaría un poco más de acción y atrevimiento, la verdad. ¿Y el interior? Magnífico, por supuesto; no sé hasta qué punto es necesario llegar hasta una cuadruple destilación y triple fermentación –el número de impurezas se reduce al mínimo, eso desde luego–, pero el resultado justifica tamaño esfuerzo.

viernes, 25 de septiembre de 2009

La madre de todas las sales

En el número de octubre de 'Esquire', Ignacio Medina, uno de los grandes periodistas gastronómicos de España durante las últimas tres décadas (y colaborador habitual de nuestra revista), nos presenta algunas de las sales más sorprendentes que podemos encontrar en nuestro planeta, auténticas fuentes de vida (necesitamos seis gramos diarios para subsistir) llenas de magia e historias únicas, como ésta, procedente del Himalaya. Y todo ello, por supuesto, fotografiado con la habitual excelencia del tándem Alfonso Herranz / Alicia. Una pasada.

martes, 22 de septiembre de 2009

Falsarius Chef, humor en la cocina

En 'Esquire' somos muy, pero que muy fans de Falsarius Chef, ese genio moderno de la cocina (y de las tiras de humor, según las malas lenguas) que lleva unos años ilustrándonos sobre cómo lograr sabrosos platos a base de conservas y similares con las que engañar a nuestro sentidos y, lo que es más importante, a nuestros invitados. Y todo ello acompañado de una saludable sentido del humor.

Para entrar de llena en el 'Universo Falsarius', nada mejor que visitar su blog o comprar cualquiera de los dos libros que se han editado hasta el momento con sus recetas en la Compañía Oriental de la Tinta (ya andan por su séptima y tercera edición, respectivamente). Pero su éxito ha sido tal que Falsarius también ha colado sus apariciones en lugares tan diversos como la Cadena Ser ("A vivir que son dos días"), Cuatro ("Esto no son las noticias") o El País (una receta diaria durante los meses de verano). De momento, y para vuestro disfrute, aquí os dejo un vídeo con sus Patatas al Emmental (querido Watson).


sábado, 19 de septiembre de 2009

Noche en blanco con G.H. Mumm



Hoy se celebra la noche en blanco madrileña, una cita cada vez más consolidada en la que disfrutar de numerosos eventos culturales (muchos más de los que podemos enumerar y disfrutar) y, por qué no, de una velada de lujo en uno de los rincones más exclusivos de Madrid, el AC Palacio del Retiro, la joya de la corona del imperio creado por Antonio Catalán (junto al también imprescindible AC Santo Mauro) alberga esta noche una exquisita combinación de Champagne & Jazz. La música la aporta el Carlos Carli Trio, un clásico de los escenarios madrileños, y el burbujeante néctar corre a cargo de la maison G.H. Mumm, que ofrecerá tanto copas de su clásico Cordon Rouge (9 euros) como el cóctel Blanche Nuit (14 euros), creado para la ocasión. Concierto gratis, ambiente de puro lujo y copa de champagne en la mano, ¿se puede pedir algo más? Nos vemos allí.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Variedad, por favor



El otro día comí en un buen restaurante de Pedraza (otro día os hablaré de él) y me llevé una alegría al ojear la carta de vinos. No sólo había un número aceptable de referencias en medias botellas (37,5 cl.), sino también tres o cuatro en un formato de 50 cl. Luego me enteré de que no había vinos por copas, pero por algún lado sabía que tenía que fallar la cosa. Pero volvamos al tema: me parece gracioso que muchos hosteleros y bodegueros se quejen por el descenso en el consumo de vino y luego no se tomen la molestia de intentar adaptar sus productos a las necesidades actuales de los consumidores. Y la realidad es que éstos demandan una mayor variedad de formatos en lo que al vino se refiere.

Me da mucho coraje salir fuera de España, ir a un restaurante como el maravilloso Arbutus londinense y poder elegir entre una amplia variedad de referencias servidas bien en copas de 100 ml., en copas de 175 ml. o incluso en pequeñas frascas de 250 ml. ¡Qué envidia! Y no, no es la excepción, en casi todos los sitios hay al menos media docena de referencias en estos formatos (esa es otra, fuera sabes la cantidad exacta que te van a servir, en España depende del camarero que te toque). Y cuando vas a comprar, más o menos lo mismo (o peor). ¿Pero no se dan cuenta de que hay días que no me apetece beberme una botella entera? ¿Que hay parejas en los que uno de ellos no bebe vino? ¿Que se trata de una buena opción para probar vinos nuevos? Está claro que no...

Por cierto, en el restaurante de Pedraza elegí un Valduero Reserva 2005 de 50 cl. (mi pareja conducía) que cumplió más que bien. Valduero es una de las pocas bodegas que sí que están aprovechando este nicho con los lanzamientos que ellos llaman para Singles, aunque yo no lo soy y sin embargo se lo agradezco. Así, ha lanzado el Crianza 2006 –90 puntos Parker– en formato 37,5 cl. y el Reserva 2006 –91 puntos Parker– en el ya mencionado de medio litro. Un aplauso y que cunda el ejemplo.

viernes, 11 de septiembre de 2009

El rock según Absolut


Ya os conté hace no mucho cuánto me gustan las ediciones limitadas que lanza cada pocos meses Absolut, piezas que además no necesitan de un gran desembolso para crearte una colección que quede de maravilla en tus baldas. Un ejemplo perfecto de ello es la nueva Absolut Rock Edition que saldrá a la venta el próximo 1 de octubre (11 €), una original botella que viene con chupa de cuero envejecido con tachuelas (sí, como lo oyes). Y para apadrinar el lanzamiento, nada mejor que contar con los australianos Wolfmother, uno de los grupos más rockeros del momento, que se encuentran a punto de lanzar un segundo disco al mercado –Cosmic Egg, del que nos hablaron en una entrevista que podrás leer en nuestro próximo número– y que no han dudado en posar junto a la botella para el aclamado fotógrafo Danny Clinch. Como aperitivo, su actuación en el Show de David Letterman interpretando el temazo más popular de su anterior disco, Woman.

martes, 8 de septiembre de 2009

Rápidas impresiones de Malta

Acabo de pasar una semana en Malta y la verdad es que mis sensaciones son encontradas. Por una parte, la belleza de los atardeceres en Gozo y Comino (la foto de arriba es de la idílica Laguna Azul), las numerosas calas rocosas donde bañarse y practicar submarinismo o el encanto de ciudades como Valleta o Mdina –sus calles remuzan historia por los cuatro costados– enamorarían a cualquiera, pero la sobrexplotación turística y, sobre todo, su lamentable red de transportes serían también capaces de desquiciar a cualquiera. Las opciones de transporte son dos en Malta: alquilar un coche, acostumbrarse a circular por la izquierda y lanzarse a recorrer sus caóticas calles y carreteras en las que las normas de tráfico son ignoradas continuamente (encima aquí el neng y su coche pasarían desapercibidos por la calle), o retroceder 50 años en el tiempo –juro que son como los de la postal de abajo– y "disfrutar" de su surrealista red de autobuses gobernada por los conductores con peor humor que he visto en mi vida; no me extraña que las gentes de Malta sean tan fervientes en su fe, porque realmente es un milagro que no haya (aún) más accidentes. Ah, y para otro día dejaremos lo de su amor por los petardos y fuegos artificiales. De traca (y perdón por el chiste fácil).



Afortunadamente, y de eso hablamos aquí, la parte gastronómica del viaje ha sido plenamente satisfactoria. Calidad, precios moderados y cartas de vino sorprendentemente completas han sido la tónica habitual en todos los lugares que hemos visitado, aunque también es cierto que la dieta carece de cierta variedad y se reduce casi exclusivamente a pasta, quesos y pescado en la mayoría de sitios (no faltan tampoco asiáticos de nivel en casi todos los grandes hoteles, eso sí). Antes de nada, por cierto, les recomiendo si van a viajar allí la guía gastronómica local, The Definitive(ly) Good Guide, 9 euros muy bien invertidos. De los lugares visitados, destaco por encima de todos la excelente vinoteca Trabuxu (Valletta), el tipo de local que me encantaría llegar a montar algún día, con una carta pequeña pero sabrosa e ideal para ser compartida (esos ravioli a la maltesa...), un ambiente lleno de encanto y en el que poder degustar vinos de todo el mundo a buenos precios. Imprescindible. También básica es la visita a Da Pippo, una trattoria que nos transporta directamente a Sicilia y en la que es realmente complicado encontrar sitio, lógico teniendo en cuenta sus reducidas dimensiones y que sirven, por ejemplo, la mejor pasta "frutti di mare" que he probado en mi vida. Mucho mejor de lo esperado resultó la visita a Peppino's, el típico lugar donde te ponen la lista de todos los famosos que han comido allí (Brad Pitt, Madonna, Daniel Craig... o Amenábar) pero que se mostró absolutamente sólido en la mesa y con un servicio más que notable. Más apropiado para una cena informal pero con una vistas espectaculares y una atención a la altura de lo esperado, el Quarter Deck del hotel Hilton, así como el cercano Café Portomaso y sus espectaculares tartas.



En definitiva, autos locos, atardeceres espectaculares, aguas transparentes y buena gastronomía. Pensándolo bien, no ha estado mal, ¿no?

jueves, 3 de septiembre de 2009

Cubiertos, panes, aperitivos y demás

Caso real: llego a un restaurante y pido un menú degustación "cerrado" a 38 €, bebidas incluidas. Cuando llega la cuenta se han convertido en 52,97 €. ¿Razón? Hay que sumarle 4 euros del cubierto, otros 4 de una cerveza de aperitivo (una Mahou, que conste), 3,50 de un café (lo pedí en lugar del postre incluido en el menú pero resulta que no era posible sustituirlo) y el 7% de IVA. Que conste que comí bien y que al menos aquí ponían un aperitivo más que digno e incluso el café era tolerable, pero mis compañeros de mesa y yo no pudimos dejar de comentar lo habitual que es quedarse con la sensación de que la cuenta ha sido engordada de manera un poco forzada.

Y lo dicho, aquí por lo menos había nivel, pero os cuento otros momentos más gloriosos: ese restaurante de la calle Velázquez con ínfulas al que sólo se puede acudir por su terraza y, como lo saben, te cobran uno 10% extra por ello, como en los chiringuitos de playa (o sea que a los platos hay que sumarle el 17% de terraza + IVA); ese local de Paseo de la Habana que un día fue apañado y en el que el otro día nos pusieron el mismo aperitivo (en cantidad) para nueve mocetones que en las mesas ocupadas por dos personas (13,50 € + IVA por DOS zanahorias en laminas con mahonesa, eso son márgenes y lo demás tonterías); ese restaurante de postín junto al Viso en el que clavan 3,50 por cubiertos y un aperitivo que nunca llegó la última vez que estuve y en el que, además, te cobran un euro más por pieza de pan extra (malísimo, por supuesto). Y luego lo del IVA, que me llevan los demonios sólo de pensarlo. Hemos llegado al punto en que veo en una carta eso de "Todos nuestros precios llevan incluido el IVA" y ya es ponerme de buen humor. Para otro día dejo las contestaciones tipo "Es que no tenemos agua de grifo" cuando pides una jarra de agua...