Hay sitios que trascienden su oferta gastronómica –y que conste que en este caso es magnífica– para crear una experiencia global que va mucho más allá, y De la Riva es sin duda uno de ellos. Ayer volvimos tras unas semanas de ausencia (el tiempo máximo de abstinencia que nos permitimos) y el resultado ha sido tan espectacular como siempre.
Para el que no la conozca, decir que esta casa de comidas situada en pleno barrio de Chamartín no sale mucho en los medios, pero eso no es problema para que presente llenos diarios en su único turno de mediodía –no abre por las noches– desde que mi memoria alcanza. Su secreto es la mejor materia prima y un equipo (el que veis al completo en la magnífica foto de Diego Martínez que sacamos en nuestro número de septiembre) que te hace sentir como en tu propia casa con su mezcla de cercanía y saber hacer. La carta es cantada y cambia cada día, así que os contaremos el menú que degustamos ayer para que os hagáis una idea: cazuelita de marmitako, delicados sesitos de cordero, almejas para repetir y repetir, un par de chuletitas de cordero y otro par de salmonetes "sólo para probar", una inmensa raya al horno como pocas hemos probado y el contundente zancarrón en salsa para rematar (y untar y untar y untar...). Todo ello regado con la simpatía habitual del inefable Pepe Morán, dueño, maitre y heredero de una tradición que comenzó hace ya muchos años (1932).
Había que trabajar, así que no pudimos cumplir con el ritual de rematar la velada con una copa y una buena tertulia (por no hablar de las grandes partidas de mus que allí se pueden jugar), pero no tardaremos en volver y sentarnos con Pepe a departir sobre cualquier tema que se tercie. De verdad, no esperen más para visitar De la Riva; en tiempos como estos, es allí donde podemos encontrar el verdadero lujo.
DE LA RIVA (C/ Cochabamba 13, Madrid)
Teléfono: 91 458 89 54
Precio medio: No hay menú degustación. A la carta, entre 35 y 45 euros (sin bebidas).