
La formula de El Miajon aúna bar y tienda. Así, en el primer caso puedes pedirte alguno de sus vinos de la tierra -que te pondrán con una buena tapita- e ir pensando que quieres pedir de su carta de raciones y diversas clases de tostas o panes rellenos, todo magnífico aunque la calidad también se nota en la cuenta final, que puede disparatase fácilmente. Chacinas, bonito, quesos, espárragos, berberechos... Las mejores piezas de embutido y las conservas mas exquisitas servidas con esmero en un entorno de mesas altas y taburetes sin encanto pero más que digno.
Luego, por supuesto, tienes esas mismas delicias disponibles para disfrutarlas en casa. Una torta del casar por aquí, un poquito de lomo por allá, alguna conserva de Ramon Peña o uno de los patés de Almazara en plan capricho... Y ya tienes montada la fiesta.