Anoche se celebro en Londres la esperada ceremonia en la que la revista Restaurant presenta su lista anual con los 100 mejores restaurantes del mundo (aquí tenéis el enlace con la lista). Y la noticia, no nos engañemos, es que elBulli ya no es el número 1 (aunque también le han dado, como se ve en la foto, el premio al chef de la década). ¿Cansancio de los votantes? ¿Culpa del anuncio de tomarse dos años sabáticos? ¿Bajón de forma? Lo que está claro es que parece que Adrià ha sido listo dejándolo en lo mas alto. Bueno, y que Heston Blumenthal y su Fat Duck deben estar fastidiados. Tantos años detrás de elBulli y ahora que se cae del cetro Adrià les pasa por la izquierda Noma, el rompedor restaurante del jovencísimo chef danés René Redzepi (Copenhague).
En cuanto a la presencia nacional en la lista (del resto, por desgracia, no puedo opinar demasiado), se repite la presencia de cinco restaurantes españoles en el top 50: El Celler de Can Roca (4º), Mugaritz (5º), Arzak (9º) y Martín Berasategui (33º). Si a ellos le sumamos los presentes en el top 100 (Etxebarri, Akelarre, Sant Pau, Quique Dacosta y El Celler de Can Fabes), nuestros restaurantes y cocineros son los más valorados tras los de EE UU y ahí, ahí está la cosa con Francia.
¿Pero es justa esta lista? No tengo demasiados datos para juzgarlo en su globalidad, pero además del evidente ejercicio de márketing que tiene detrás, hay algunas razones para que esté ganando adeptos sobre la Guía Michelin como gran referente gastronómico a nivel mundial, como el hecho de ser mas flexible a los cambios o que aquí se sabe quien vota (algo muy importante en mi opinión). Y luego hay casos como el de Mugaritz (o hasta el año pasado el de El Celler de Can Roca), que no cuenta con las tres estrellas pese al clamor popular pero que sí logra ser top 5 mundial dos años consecutivos. Otra cosa es Quique Dacosta, allí ni esta lista ni la Guía Roja ni yo lo vemos tan claro como muchos otros. Pero esa es otra historia...
PD: Sin nada que ver con todo esto, hoy me encontrado con una sorpresa. Zaranda, el estrellado –por la Michelin– restaurante de Fernando López de Arellano, se traslada a Mallorca (ni idea de dónde, eso sí), por lo que su segunda marca Zorzal pasa al local de Eduardo Dato que hasta ahora ocupaba aquél. Seguiremos informando.