lunes, 30 de noviembre de 2009

El cisne azul, el paraíso de un 'setero'

Vamos a dejar clara una cosa antes de nada: El Cisne Azul es uno de los peores sitios del mundo para llevar a un cliente con el que no haya (mucha) confianza o a una chica con la que acabes de empezar a salir. De hecho, he visto gente quedar en él sin conocerlo (normalmente encorbatada) y salir corriendo una vez echado un vistazo a su interior. Y otra verdad como un templo para compensar: es el mejor sitio de Madrid para degustar unas buenas setas (y uno de los mejores para unas cuantas exquisiteces más). Este pequeño bar situado junto a la Plaza de Chueca –bien cerca de nuestra redacción– es realmente poco glamouroso, pero hasta en el New York Times han relatado su sapiencia micológica.

Un sinfín de gente con cestas llenas de boletus, setas de cardo, perrichicos o lo que toque entra cada día por la puerta para que Julián, el dueño, evalúe su calidad y acepte servirlas a su fiel clientela, entre la que no faltan algunos famosos. Y decimos fiel por no calificarla de fanática, ya que son normales los triples y cuádruples turnos en sus modestas mesas pese a la imposibilidad de reservarlas. No es de extrañar si, además de las setas –acompañadas de yema, con foie, al ajillo, salpicadas de zamburiñas...– se pueden degustar magníficas carnes, ricas ensaladas de berros o pamplinas, algunos quesos majestuosos o incluso delicatessen como vieras al oporto. Y todo ello regado con vinos honestos y unos destilados más que notables.


En mi última visita, por ejemplo, dos personas compartimos una muy generosa ración de huevos fritos con trufa blanca del Piamonte (a 3.000 euros/kilo, espléndida), setas de cardo al ajillo, lomo de buey trinchado y Torta del Casar para rematar. Bueno, miento; una copita de Macallan para rematar. Con un par de copas cada uno de un Rioja Reserva que no conocía y del que no me quedé con el nombre –la edad no perdona–, 93 euros muy bien gastados.

EL CISNE AZUL (C/Gravina 19, Madrid)
Teléfono: 91 521 37 99
Precio medio: 30-35 euros sin bebidas.