Lo primero que nos llamó la atención del local fue su lema: "Porque un buen sandwich es necesario". Y sí, lo que encontramos en este pequeño pero bien decorado local son sobre todo sándwiches, algunos muy originales debido al origen chileno de sus dueños, pero también hamburguesas, perritos, empanadas y dulces. En el apartado liquido, un par de vinos chilenos, cerveza Alhambra (¡bien!) y unos pisco sour con los que reanimar el eterno debate sobre el origen de la bebida: ¿chilena o peruana?
Yendo al grano, y por extraño que parezca, ayer nos apretamos unas hamburguesas Voladoras con Alhambra (el pisco sour mejor cuando pueda repetir y repetir). La hamburguesa, de pollo, muy bien de sabor, textura y pan. Para acompañar, tan sólo unas patatas onduladas (decepción). En el salseo, agradable sorpresa con una salsa de ají magnifica que traen directamente de Chile; picante, sabroso y dulce, todo al tiempo. Hoy, y para tener más material sobre el que opinar, han caído bágels, hamburguesas y sándwiches. ¿El resultado? Se confirman magníficas las hamburguesas (las de hoy eran a lo pobre), bastante bien los bágels (roastbeef y pavo) y curiosamente muy decepcionante el sándwich de ave mayo.
Un servicio rápido y simpático, precios amables (abajo tenéis la carta) y esos vasitos dulces que ayudan a dejar un agradable sabor de boca redondean una buena experiencia (mejor que Peggy Sue's o Tommy Mel's, por ejemplo) en la que habrá que profundizar.