La semana pasada tuve la oportunidad de darme una vuelta por la exposición 'La Esencia de Zacapa'. La Fundación Fernando de Castro (uno de esos pequeños reductos con encanto que uno descubre por Madrid muy de vez en cuando) fue el lugar elegido para el evento. En un marco con tintes sesenteros predemocráticos, hábilmente reconvertido en patio de sabor colonial, cinco personalidades de diferentes ámbitos exponían lo que para sus mentes significa degustar Ron Zacapa. Luís Gallusi, Sylvia Polakov, Ruth Controneo, Emiliano Suárez y Teresa Sapey fueron los responsables de esta reflexión artística en torno a los efectos del ron guatemalteco.
De la mano de la Master Blender Lorena Vásquez, los presentes pudimos hacer un recorrido por las sensaciones plasmadas en las obras expuestas. En primer lugar, a través de Zacapa 23, disfrutando de un dulzor e intensidad del que pocas bebidas alcohólicas pueden presumir. Seguidamente, llegó el turno de su hermano mayor y estrella exclusiva de la marca, el Zacapa XO (siglas que hacen referencia, como con el buen coñac, a su añejamiento: XO = Extra Old, ya que hablamos de un ron de más de 25 años en barrica).
La sorpresa de la noche llegó de la forma más original. La idea es la siguiente: Poner a congelar durante dos días una botella de Zacapa 23. Pasado ese tiempo, servirlo en pequeña dosis en un vaso de chupito, bien frío. El complemento inesperado, una pequeña bolita de foie. El resultado: La combinación de sabores más suave, fina y adictiva que he probado recientemente.
De la exposición, me quedo con la obra de Sylvia Polakov (imagen superior). Refleja mejor que ninguna el 'efecto Zacapa'. Un ron que nace en altitudes extremas y a condiciones exclusivas de Guatemala. El premio final perfecto a un día duro desde tu sillón favorito (Por José María Alvárez).